Cita Directa

Llega la cumbre de pianistas

LuisLewin

Luis Lewin es uno de los protagonistas de La noche de los pianos.


Juan Carlos Ingaramo nació en Córdoba. Es pianista, compositor y productor musical. Formó parte de Pleniuno, Encuentro y Los Músicos del Centro. Vivió la experiencia del escenario y el estudio de grabación con Litto Nebbia y Luis Alberto Spinetta. Miembro de una familia de músicos, hijo del pianista de tango Domingo Ingaramo, su colección de vinilos contabilizaba unas 20 mil unidades. Su última producción discográfica es la trilogía que contiene los discos Imaginario (2012), instrumental y canciones, Dúo (2014), junto a la cellista Hellen de Jong, e Improvisaciones (2014), grabado en primeras tomas.

Ingaramo despliega su faceta de productor fuera del estudio de grabación, para llevar adelante junto a un equipo de colaboradores la cumbre de pianistas bautizada como La noche de los pianos. El evento es el domingo 11 de octubre, a las 20.30, en el Centro Cultural Córdoba, Av. Poeta Lugones 401, con la participación de una variada selección de pianistas de diferentes vertientes, lo cual nutre al festival de una rica gama de sonoridades: Luis Lewin, Germán Náger, Mingui Ingaramo, Guillermo Di Pietro, Juan Carlos Tolosa, y Juan Cruz Peñaloza. En charla con Clásica Córdoba, el productor artístico da detalles del evento.

– ¿De qué se trata La noche de los pianos?

– Es un proyecto que tenía en mente desde hace tiempo y que se concreta gracias al apoyo incondicional de la Agencia Córdoba Cultura, junto a un equipo con quienes compartimos el trabajo. Humildemente, creo que es un aporte necesario y que mucha gente lo va a recibir con beneplácito, ya que nuestra ciudad y provincia tienen grandes artistas, con un nivel internacional. Esta es una primera parte, ya que hay otros que serán convocados, y no solamente pianistas. Además, en un contexto ideal, con una producción también de excelencia, gratis, para todos los que quieran disfrutar. Esa noche será el resultado de mucho trabajo previo, porque armonizar todo es una tarea que lleva su tiempo y esfuerzo.

– La elección de los pianistas es variada. Es notable la representación de géneros y franjas etarias que muestra esta selección. 

– Como decía anteriormente, es una selección variada, una música variada, cada cual tiene la personalidad en su música como para que nos deleiten por géneros diversos, músicas de nuestro país, como también música del mundo.

– Esta es la primera vez que se realiza un festival de pianista en la ciudad ¿Por qué debería prolongarse en el tiempo?

– Si, creo que es la primera vez,  pienso que estos testimonios de nuestra cultura, abiertos a todo el que quiera estar y gratuitos, deben tener una continuidad por el caudal de grandes músicos que tenemos y merecen un espacio para mostrar su arte. No hablo solamente de pianistas, tenemos pensado hacerlo con otros instrumentistas también.

– ¿Hay una tradición pianística en Córdoba? ¿Qué nombres, qué momentos deberíamos evocar en ese sentido?

– Muchísimos, y abarcan géneros que van desde la música clásica, el jazz, la música contemporánea, el folclore, el rock, el blues, etc. Es difícil para mí, que también soy pianista, dar nombres. Por otro lado, hay que tener en cuenta a pianistas muy jóvenes que están surgiendo, como así también a los pianistas del interior de la provincia, quienes son y serán convocados para las próximas ediciones.

– ¿Qué representan Hilda Herrera y Manolo Juárez, dos grandes figuras del instrumento, para las nuevas generaciones de instrumentistas que estudian piano?

– En mi caso, tengo una amistad de hace años con Manolo Juárez, un maestro en todo sentido, lo mismo como referente Hilda Herrera, siempre hablando de quienes cambiaron en el folclore muchas cosas  y no olvidarnos de Eduardo Lagos, Remo Pignoni, entre otros grandes, hasta el mismo Waldo de los Ríos, que dejó un legado pianístico y renovador inmenso, ya sea con su quinteto Los Waldos, grabando obras con orquesta, o sólo con su piano. Lamentablemente, estos artistas no son conocidos o si lo son, es de una manera tardía. Hoy se prioriza la difusión de otras cosas, y en el folclore ni hablar. Para mi en muchos casos no es folclore. Existen, por suerte, grandes pianistas jóvenes, como por ejemplo, Carlos Aguirre y Lilian Saba, entre tantos otros.

– ¿Qué influencia tuvo tu padre, don Domingo Ingaramo, pianista de tango, en tu carrera musical?

Muchísima, no sólo en la música sino en la ética que está implícita. En casa escuchábamos Piazzolla, Pugliese, Troilo, Cuchi Leguizamón, jazz, etc.  Mucha música y variada ¿Su influencia? ¿Su legado? Fue haberme posibilitado desde chico la libertad de elegir y ayudarme a encontrar la pasión por lo que uno hace, como lo hizo él, en su vida. El está en mi música, sin ninguna duda.

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