Camerata Argentina de Guitarras
Comúnmente la guitarra está identificada con un hacer individual. Por eso hay un ensamble de 16 guitarras que viene dando la nota en el horizonte musical argentino.
Nicolás Gagliani es el director artístico de la Camerata Argentina de Guitarras, un conjunto excepcional formado por 16 guitarras clásicas. La agrupación fue fundada en 2009, junto a Sebastián Pompilio y Leonardo Coluccia. Grabó un disco, La ciudad de las mil cuerdas.
La acumulación de este instrumento, que es tan frecuente escuchar solo, o a lo sumo en dúo o trío, genera una nueva sensación en el oyente.
La camerata es la primera formación orquestal independiente, constituida con la idea de producir una renovación en el mundo de la guitarra clásica en Argentina. Una empresa que sin dudas llevará su tiempo y se irá consolidando sobre la base de un trabajo sostenido.
Astor Piazzolla y Alberto Ginastera, Maurice Ravel, Leonardo Brower, son algunos de los compositores que la camerata de guitarras incluye en su repertorio.
– No hay antecedentes de este tipo de formación en nuestro país ¿Ese debe ser un gran atractivo y a la vez y enorme desafío?
– Nicolás Gagliani. Hay antecedentes de conjuntos de guitarras desde la época de los payadores, pero cuando nosotros empezamos solo sabíamos de algunos ensambles más ligados a la música popular y con fines pedagógicos. Desde el 2009 hasta ahora, han surgido ensambles de guitarras en varios conservatorios, incentivando la práctica orquestal de los estudiantes, un aspecto muy importante teniendo en cuenta lo solitaria que es la carrera de los guitarristas. Nuestro desafío es mantener un cuerpo de músicos comprometidos nada más ni nada menos que con el arte. La camerata es una formación independiente y las pequeñas ayudas que a veces recibimos son invertidas en la producción de grabaciones, videos, etc.
– El repertorio del disco La ciudad de las mil cuerdas es variado ¿Cuáles han sido los motivos en la selección de las obras que componen la lista de temas?
– NG. Desde el comienzo quisimos conglomerar la música original para este tipo de formación con adaptaciones de obras que consideramos puedan quedar interesantes para nuestra formación, como fue el caso de Alborada del gracioso, de Ravel, que cierra el disco. Las demás obras, si bien son diferentes, comparten el mismo siglo y continente: Música de América del siglo XX.
– Desde el punto de vista de la escena, pareciera que la Camerata tiene grandes posibilidades de actuar en festivales de música popular argentina ¿Evalúan esa posibilidad?
– NG. Este año estamos estrenando un repertorio nuevo con una obra importante de Astor Piazzolla: La suite troileana, y además una obra de un compositor chileno, Javier Farías, que incluye la participación de un charango solista. Nosotros estamos dispuestos a viajar a todo el país, los que tienen que evaluar la posibilidad de invitarnos son los programadores de los festivales. Hemos participado, y lo haremos este año nuevamente, en el fundamental Festival Guitarras del Mundo.
Por último, si tuviera que hacer un «hall de la fama» de la guitarra clásica argentina, Nicolás Gagliani enumera los siguientes músicos:
Roberto Grela: La guitarra mayor del tango;
Cacho Tirao: Marcó un antes y un después en la guitarra argentina.
Eduardo Falú: El gran compositor del folclore argentino;
Eduardo Isaac: Gran maestro y referente mundial de la guitarra;
Pablo Márquez: Figura internacional de la guitarra del siglo XXI.
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