Cita Directa

DE LOS ORIGENES A POULENC

El coro de cámara provincial dirigido por Guillermo Pellicer (Foto gentileza)


La Chanson Francaise es el próximo programa del Coro de Cámara de la Provincia, el viernes 6, a las 21, en la Iglesia de la Compañía de Jesús -Trejo esquina Caseros-. El sábado 7, el coro repite el programa a las 19.30 en el Templo Metodista de barrio Alta Córdoba.

Para dar una idea de la profundidad y amplitud del repertorio, hay que empezar diciendo que el programa elegido hecha raíces en los orígenes de la chanson, con los trovadores del siglo XI, rescata las formas polifónicas del siglo XV y llega hasta el siglo XX con la una serie de ocho canciones de Francis Poulenc.

“Para este programa hemos seleccionado cuatro canciones polifónicas y el ciclo de ocho canciones que Poulenc denomina “Chansons Francaises”. Todas se basan en aquellas canciones populares de los trovadores de la edad media, armonizadas en el siglo XV (Ediciones Attaignant) y luego en el XX (Poulenc). La temática elegida que le da continuidad al discurso es el amor de inspiración cortes y carácter melancólico”, cuenta el director musical, Guillermo Pellicer.

– El programa es amplio, abarca unos 400 años de música, desde Josquin des Pres, Orlando di Lasso, a Francis Poulenc…
– La canción francesa tiene su origen en los trovadores, que fueron poetas-músicos que normalmente pertenecían a la nobleza. Los trovadores tuvieron una gran importancia durante la Edad Media. Su nacimiento se sitúa en una zona del sur de Francia, denominada Provenza, a finales del siglo XI. Estos personajes utilizaban la lengua provenzal en sus composiciones, denominada lengua de OC y el tema principal de sus poemas es el amor platónico. También cantan y recitan sobre temas caballerescos. Medio siglo después surgen los troveros, pero en el norte. Aparecen en el siglo XII, y sus obras están escritas en la lengua d’Oil (que más tarde dio origen al francés actual). La temática de los cantos es similar a la de los trovadores. A comienzos del siglo XV, Pierre Attaignant, editor francés establecido en París en 1514, publica una colección que llama “Chansons nouvelles”, en la que recopila viejas melodías trovadorescas compuestas para ser acompañadas por un conjunto de ministriles, ahora como canciones polifónicas al estilo de los madrigales italianos. De esta manera, nace una nueva versión de las canciones con tinte amoroso, político o social. De estas últimas, en el siglo XX, Francis Poulenc se inspira para rearmonizar un grupo de ocho canciones y las titula: “Chansons Francaises”.

– Poulenc y los miembros de su generación, cambian el rumbo de la música francesa tras la Primera Guerra Mundial ¿Cómo se manifiestan en estas canciones esa ruptura?
– Poulenc sobresale en la armonización de estas canciones populares que somete a su fantasía a pesar de la obligación del estrófica. Se lo ve variar, según sean las coplas, con la armonía (Margoton), con las onomatopeyas (Clic, clac, La Belle si nous étions, Les tisserands), abrir la puerta al misterio del tercera paralela con la boca cerrada (La belle se sied au pie de la tour), también cambiando de texturas, jugando con las voces femeninas contraponiéndolas a las masculinas (C’est la petie fille, Ah! Mon beau laboureaur) o sumando una voz solista (Clic, clac).


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