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El contexto que vio nacer a la sinfónica de Córdoba

El lunes 21, a las 11, se publica en las redes sociales de YouTube y Facebook del Teatro del Libertador San Martín un programa de oberturas célebres, que la Orquesta Sinfónica de Córdoba brindó en 2019 con dirección del Guillermo Becerra.

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La publicación celebra un nuevo aniversario de la promulgación del decreto que crea el elenco estable provincial, el 21 de junio del año 1932. El decreto lleva la firma de Pedro J. Frías.

El entonces gobernador de la provincia nace en Mendiolaza, en 1884. En el curso de su carrera política, ejerce como diputado y senador provincial por el departamento Totoral.

Frías gana elecciones provinciales de noviembre de 1931, con la fórmula que integra junto al ingeniero Emilio Olmos, candidato a gobernador, por el Partido Demócrata de Córdoba.

Olmos aspiraba a superar las fricciones políticas que por entonces dividían la sociedad argentina. Al tomar el mando, en el discurso ante la legislatura, el mandatario electo manifiesta su anhelo de «que ni los excesos de los que gobiernan y la intransigencia de los que controlan, impida que en las almas se vaya infiltrando la serenidad y la concordia”.

El flamante gobernador, que había sido intendente de la ciudad de Córdoba, asume las responsabilidades de gobierno con la salud muy deteriorada. A los pocos días, renuncia al cargo a raíz de una grave enfermedad, que acabará con su vida poco tiempo después.

Entre la aspereza de la política y la crisis económica, Frías trata de estimular la economía con la creación de la Junta del Trabajo.

El Gobierno de Córdoba asume la creación de un elenco destinado a la difusión de la música culta o académica. Hasta ese momento, las audiciones de música para orquesta sinfónica habían respondido a esfuerzos ocasionales.

Un nuevo repertorio

La discordia de la vida pública es reflejada en el sainete político, un género en auge en aquellos años: Alfajores cordobeses, representada por la Compañía Jércolis en el teatro La Comedia (18 de Julio de 1931), El gran manicomio nacional, de la Compañía Casnell-Arrieta, en el Teatro Rivera Indarte (La Voz del Interior, 30 de Julio de 1931), y El avispero político, de José Ramírez y compañía, en el Teatro Novedades (7 de Julio de 1931), son algunas de las obras que atraen al gran público.

En orden a las artes plásticas, la administración Frías restablece el Salón de Bellas Artes de Córdoba -segunda edición, en 1933-, cuya primera edición fue en 1916.

En la música popular, las serenatas de Edmundo Cartos -«el Cantor de Córdoba»- arrullan romances juveniles, y el tango se afianza en el gusto popular con los autores locales Benigno Ochoa -Abrojalera-, Alfredo Seghini -Dos cartas bravas- y Avenilo Molina -Barra universitaria-. Precisamente el año de la creación y el debut de la Orquesta Sinfónica de Córdoba, se presenta en el Teatro Rivera Indarte el espectáculo La historia del tango, con los bandoneonistas Osvaldo Fresedo, Pedro Maffia y Carlos Marcucci, el 5 de marzo de 1932.

El repertorio orquestal se conocía gracias al empeño de músicos reunidos en agrupaciones como el Asociación Musical de Córdoba, entidad creada en abril de 1929, y cuyo tesorero es Eduardo Gasparrini, futuro director de la orquesta oficial.

El Real Cine Theatre, actual Teatro Real, y el Cine El Espléndido repletan las plateas en las funciones vespertinas para niños y en las nocturnas para los más grandes.

La creación del nuevo organismo despertó el temor entre los seguidores de la Banda Sinfónica Provincial, agrupación de fuerte arraigo popular, porque se decía que la nueva orquesta provocaría la disolución de la banda; es que la orquesta será integrada por elementos de la banda y del Conservatorio Provincial. Las dos agrupaciones convivieron, y el temor a la desaparición del conjunto de vientos y percusión quedó en el olvido.

«Dada la tradición de cultura de la sociedad de Córdoba y el desarrollo material alcanzado en los últimos años, se ha venido haciendo cada vez más sensible la ausencia de ciertas actividades artísticas que el gobierno debe promover», dice el texto del decreto firmado por el gobernador Pedro J. Frías.

El organista y compositor, Eduardo Gasparrini, es el primer director del organismo, que hará su debut el 7 de agosto de 1932.

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