El futuro hace memoria en escena
Memorias del Futuro tuvo su tarde de gala el domingo pasado en el teatro de la Ciudad de las Artes. El Instituto Goethe Córdoba con la asistencia de Proyecto Big Bang llevan adelante esta iniciativa con el apoyo de la Embajada de la República Federal de Alemania en Argentina.
El aspecto sobresaliente de esta nueva edición fue la incorporación de instituciones dedicadas a la enseñanza de la música, como la Universidad Provincial de Córdoba (UPC), que brindó el escenario para el encuentro y presentó algunas de las formaciones musicales nacidas al abrigo del Conservatorio Provincial de Música Félix Tomas Garzón.
Memorias del Futuro brinda apoyo a formaciones orquestales, corales, a la vez que que promueve la formación de nuevos públicos infanto juveniles.

Instituto de Educación Córdoba “La Musiquera” (Clásica Córdoba)
Las agrupaciones y conjuntos de cámara que participaron en la reunión mostraron distintos repertorios, que estrecharon el margen entre lo popular y lo académico.
Valorar el desempeño de los diferentes actores de la jornada sería desviar la atención de un hecho, a criterio de esta redacción, que sobresale de cualquier opinión. Y es el hecho de haber generado un espacio de encuentro, conocimiento e intercambio entre niños y jóvenes que están construyendo su futuro.
La Orquesta Inicial y Juvenil de la Facultad de Arte y Diseño (UPC), dirigida por María Amalia Coria, y el Coro Preparatorio del Instituto Domingo Zipoli, dirigido por Javier Cruz, abrieron el encuentro en clara señal de los frutos que genera la correspondencia entre instituciones de una misma esfera social.

Cuarteto flautas, Universidad Provincial de Córdoba (foto Clásica Córdoba)
Seguidamente, el Instituto de Educación Córdoba “La Musiquera” hizo aplaudir al público con una selección de aires folklóricos argentinos. La dirección estuvo a cargo de Pablo Barreto.
Algo de los vientos de carnavalito quedó en el ambiente y sirvió de posta para el ingreso de un cuarteto de flautas surgido en la licenciatura en Interpretación Musical (UPC), con la dirección de Silvina López. El foco de la caja escénica se amplió luego para albergar a una agrupación de la cátedra de Práctica Orquestal de la Tecnicatura Instrumentista Musical. Con dirección del maestro Eduardo Ghelli, el conjunto mostró solvencia y ganas de ir por más… Técnica les sobra.

Orquesta de la Cátedra de Práctica Orquestal, UPC (foto Clásica Córdoba)
Luego fue el turno para un refinado cuadro de música vocal a cargo de Proyecto Mozart, una formación que encabeza Patricia González, destacada intérprete y directora de escena. Proyecto Mozart ofreció distintos pasajes escenificados de óperas célebres a cargo de cuatro voces. El oficio de la reggie se distinguió sobre las tablas de la Ciudad de las Artes, lo cual enriqueció el encuentro.
Memorias del futuro genera una convivencia entre artistas profesionales y formaciones que aspiran a serlo. También es un espacio para que el público adopte ciertas prácticas de cortesía y de respeto hacia los intérpretes.
En el plano de la coordinación de los movimientos en escena, la organización fue eficaz y sorteó en lapsos breves el paso de una formación a otra sobre el escenario del Auditorio Juan Domingo Perón.

Proyecto Mozart (foto Clásica Córdoba)
Después del cuadro vocal, actuó la Camerata de la Escuela Shinichi Suzuki, integrada por niños y jóvenes. Su director, Fernando Piñero, fue exigente en técnica y vivacidad, y los intérpretes respondieron positivamente. En reconocimiento a la tradición de música ciudadana de Córdoba, el violinista y director, Fernando Piñero, dedicó Libertango de Piazzolla y La cumparsita de Matos Rodríguez.
Luego fue el turno de la Orquesta de Vientos del Conservatorio de Música Félix Tomas Garzón con la dirección del maestro Pablo Almada. La agrupación se mostró solvente y con ductilidad para distintos repertorios. En coincidencia con la Camerata de la Escuela Sinichi, la orquesta de vientos también sumó a su repertorio la obra del uruguayo Gerardo Matos Rodríguez, con la diferencia que abordó la obra con un arreglo musical del cordobés Teodoro Castro.

Camerata Shinichi Suzuki (foto Clásica Córdoba)
Para finalizar, la Camerata de la Orquesta Escuela Mediterránea cerró el encuentro. La agrupación, que conducen Hadrian Avila Arzuza y María José Patiño, sumó un nuevo jalón en el terreno del camino hacia el perfeccionamiento musical. La formación da muestras notables de articulación y de carácter y cierta manera de desenvolverse en el escenario que deja al descubierto el trabajo de sus conductores.

Todas las agrupaciones, las recientemente formadas como las que ya pueden sentarse a hablar con alguna experiencia, tuvieron la inconmensurable oportunidad de experimentar el momento de medir el aplauso del público y de saber interiormente en dónde reside el próximo desafío de la interpretación.

El maestro Hadrian Avila Arzuza dirigiendo la Camerata Mediterránea (foto Clásica Córdoba)
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