Cita Directa

El punto de partida

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Ferrero, Godoy, Costamagna y Sampo compusieron una obra para orquesta sinfónica. Su primer estreno para este tipo de instrumentación.

La obra se titula Cuatro Movimientos para Orquesta. Es una pieza para orquesta sinfónica, compuesta por cuatro partes que, si bien tienen un desarrollo individual, están conectadas entre sí por algunos motivos melódicos, relaciones de carácter o contraste. Esta pieza fue estrenada por la Orquesta Sinfónica de la Universidad Nacional de Córdoba en la Sala de las Américas.

Originalmente, la obra fue compuesta por cuatro estudiantes para la cátedra de Orquestación Tres, materia del quinto año en la carrera de Composición. Como ellos esperaban, la obra fue incluida dentro del programa del concierto que la Orquesta Sinfónica de la Universidad, ya que la dirección artística de la orquesta decidió incorporar en sus programas de concierto estrenos de compositores noveles, que cursan estudios en la escuela de Música de la Universidad Nacional de Córdoba. En consecuencia, Diego Ferrero, Matías Godoy, Yoav Costamagna y Fermin Sampo pudieron escuchar sus Cuatro Movimientos para Orquesta, con dirección general de Daniel Mazza.

Para estos cuatro jóvenes músicos ha sido una oportunidad extraordinaria el hecho de poder escuchar su música. «Esta experiencia es muy valiosa para el compositor, porque no es lo mismo escuchar la obra por los auriculares o por la computadora, que escucharla por una orquesta de 60 instrumentistas», comenta Yoav Costamagna.

La vivencia es enriquecedora. “Al escuchar la obra se producen algunas sorpresas, porque el compositor puede encontrar ajustes sobre la escritura musical. En los ensayos surgen algunas formas, sonidos que quizá al momento de crear no fueron tenidos en cuenta”, agrega Sampo. “Si bien en la partitura nosotros especificamos cómo queremos que suene la obra, hay dudas que quedan pendientes y la respuesta se encuentra una vez que la orquesta interpreta la partitura”, dice Costamagna.

La interacción con el director y los instrumentistas es sumamente enriquecedora para los compositores. / Fotos Clásica Córdoba 

El papel del director Daniel Mazza acrecienta la experiencia musical de estos muchachos. “Es genial -sostiene Ferrero-, ya que él, de alguna forma, se metió dentro de nuestra obra y tomó algunas decisiones que a nosotros no se nos ocurrieron, y le pidió a los músicos que toquen de una manera que nosotros no tuvimos en cuenta”.

“Ahí se ve el peso de la experiencia del director, agrega uno de los compositores, Matías Godoy. “Mazza tiene el oficio para hacer que nuestra escritura sea eficaz, tiene el oficio para trasladar la escritura de una manera eficiente a los músicos”, sostiene Godoy.

Finalizada la función de estreno, el silencio se transforma nuevamente en una hora en blanco abierta a la creatividad de estos cuatro muchachos. “El concierto es para nosotros el punto de partida, porque empezar a escuchar tu música produce ganas de querer que tu música siempre sea escuchada, dejar de componer para vos mismo o para tus compañero, y pasar a un mundo nuevo, y descubrir qué puede producir tu música en cualquier otra persona», concluye Fermín Sampo. Mañana será otro día.

 

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