El tramposo Gianni Schicchi
Domingo de votación para elegir diputados y senadores nacionales. En las primeras horas de la mañana, la compañía lírica se reúne en el auditorio del Aula Magna de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales para ensayar Gianni Schicchi, el costado cómico del célebre tríptico de Giacomo Puccini que conforman Il tabarro y Sour Angelica.
Elementos de utilería y algo de la escenografía visten la historia de un farsante por naturaleza, que busca la manera de apropiarse de la fortuna de un rico florentino que acaba de morir en su casa. Dante Alighieri habla de él en el Infierno de su inmortal poema narrativo La divina comedia, su nombre es Gianni Scchicchi y está dispuesto a adoptar la identidad del acaudalado difunto para reescribir el testamento y beneficiarse mediante ese treta. Entre tanto, una historia de amor y pactos no cumplidos.
En versión al piano -acompañamiento de la pianista Vanina Conca-, la ópera Gianni Schicchi sube a escena el viernes 27, a las 21, en el Aula Magna de la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, avenida Vélez Sársfield 299, con reposiciones el sábado 28, a las 21, el domingo 29, a las 19, sábado 4, a las 21, y domingo 5 de noviembre, a las 19.
De buen ánimo
Cuando faltan pocos días para el estreno, el director musical de la única ópera que este año ofrece la ciudad de Córdoba, dialoga con Clásica Córdoba acerca de la partitura que cobra vida gracias a una fructífera alianza entre la Fundación Lírica Mediterránea y el colectivo artístico All’Opera.
“El ánimo del grupo es excelente -afirma Juan Manuel Brarda-. Hemos trabajo con un gran profesionalismo sobre una ópera que requiere una vocalización y un sostén de cada uno de los roles sumamente comprometido con el relato”. El director musical detalle que ”son 11 roles de los cuales 9 está casi permanentemente en escena, lo cual demanda mucho profesionalismo por parte de los actores”.
“Me he encontrado con un compromiso de nivel vocal y artístico excelente, y eso se verá reflejado en el resultado final de la ópera”, sostiene Brarda, quien es el director artístico, además, del Coro Polifónico Delfino Quirici.
Canto para reír
Hacer reír no es fácil, desde luego. “Es muy difícil hacer comedia, sobre todo comedia verista -sostiene el director-. Esta es una comedia que rompe con algunos paradigmas de la estructura típica de la ópera verista, por eso el cantante puede tomarse la licencia actuar con cierta libertad aunque con un bagaje vocal muy solvente”.
“La ópera tiene un montón de motivos, Puccini nos va dibujando, a medida que pasa la pieza, cada uno de los personajes del texto, sus características y los momentos que transitan en la obra”, comenta el director. “La partitura tiene una de las joyas de la literatura lírica como es el aria ´Oh, mio babbino caro´, una joyita dentro de la ópera, que calma y refresca la ansiedad que se sucede de principio a fin”, subraya Brarda.
“La obra no deja de ser una burla al sistema aristocrático de principios del siglo XX, que tiene que ver con la condición de pertenecer gracias a una tradición antes que sobresalir por méritos propios. El dúo entre el libretista y compositor está muy claro y el resultado es una obra maravillosa”, concluye Juan Manuel Brarda.
La compañía
El elenco está formada por: Federico Finocchiaro, en el papel de Gianni Schicchi; Verónica del Villar, como Zita; Pablo Barrera, como Simone; Ignacio Ojeda, Betto; Daniel Asrin, Rinuccio; Lauretta, Sabrina Paterno; Julián Montico, Marco; Ana Barrionuevo, La Ciesca; Luciano Santamarina, Gherardo; Rosario Febre, Nella; Luciano Castillo, el médico; Luciano Castillo, el notario; y Eduardo Raspo, niño. La dirección de escena es de Patricia González.
El libreto original está subtitulado por Jorge Coria. El diseño de iluminación es de César Bustos. La realización de objeto es de Aníbal Arce, el maquillaje es de José di Marco Daud.
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