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George Gershwin y su clásico en la «Era del Jazz»

El solista de piano Fabricio Rovasio, encantado con la música del compositor estadounidense, en el concierto Aires de Primavera acompañado por la Orquesta Sinfónica de Córdoba.

Paul Whiteman, autoproclamado “el Rey del Jazz”, pasó a la historia como el director que le encargó “Rhapsody in Blue” a George Gershwin. El pianista y compositor contaba 26 años de edad cuando su obra fue estrenada, en 1924, en la célebre sala de conciertos Aeolian Hall en Nueva York. El concierto fue titulado “An experiment in Modern Music” con George Gershwin al piano solista.

Un año antes, el francés Darius Milhaud estrenó el ballet “La creación del mundo”, una de las piezas fundamentales que trasluce el encuentro virtuoso entre la música clásica, el jazz y el blues. El intercambio productivo entre compositores de la música “seria” y músicos de jazz registra otros ejemplos: Béla Bartók compuso “Contrasts” (1938) para el clarinetista Benny Goodman, por su lado, Igor Stravinsky escribe “Ebony concerto” (1945) para Woody Herman.

Las estéticas en el Siglo XX prescindieron con cierto éxito de ataduras de carácter conceptual y pusieron de acuerdo a lenguajes musicales en apariencia irremediablemente distantes. “Los músicos ‘clásicos’ norteamericanos siempre fueron bastante escépticos con respecto al jazz. Aaron Copland, a pesar de escribir un concierto para clarinete con elementos jazzísticos, se refirió al “limitado ámbito emocional del jazz” y llegó a decir: “La yuxtaposición de ‘jazz’ y ‘clásico’ dura ya demasiado tiempo. […] Imaginar que la música seria peligra por la amplia aceptación de nuestra música popular, o que la una pueda ser sustituida por la otra es ser absolutamente ingenuo en cuanto a sus valores”, escribe Miguel Sáenz para la Fundación Juan March.

“Rhapsody in Blue” es una de las piezas cardinales en la tarea de conciliar estéticas y lenguajes con diferentes orígenes y estilos. La obra forma parte del programa que la Orquesta Sinfónica de Córdoba con dirección de Guillermo Becerra ofrece en el Teatro del Libertador San Martín. Las entradas están agotadas.

“Es interesante abordar esta obra desde dos lados -propone Fabricio Rovasio-. Desde el lado académico es un gran concierto sinfónico y desde el lado del jazz es una constante invitación a la improvisación, tiene una rítmica típica del jazz, en la que se acentúa el juego constante entre el piano y la orquesta”.

“Al principio de la obra el piano acompaña a la orquesta, pero a medida que la obra transcurre el piano va adquiriendo mayor protagonismo y aumenta su lirismo y complejidad, por lo que este concierto no tiene nada que envidiarle a ningún otro concierto para piano”, opina Fabricio Rovasio.

En la charla con el solista, la admiración que Rovasio siente hacia la obra Gershwin es evidente. Cree que aún hay que dedicarle más tiempo de escucha al compositor del «Concierto para piano en Fa mayor», otra pieza fundamental de Gershwin, que Rovasio espera interpretar en un futuro.

Agenda

“Aires de Primavera”, Orquesta Sinfónica de Córdoba bajo la dirección de Guillermo Becerra. Obertura de la ópera cómica “El Murciélago”, y los valses “El Danubio azul” y “El emperador”, de Richard Strauss, “Romeo y Julieta”, de Peter Tchaikovsky, y “Rhapsody in blue”, de George Gershwin -Fabricio Rovasio como solista de piano-. Entradas agotadas.

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