Cita Directa

Homenaje a Lidia Mazzieri

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Lidia y sus hijos, Arianna Pontesilli y Pablo López.


Cierta ingratitud determina uno de los rasgos de la idiosincracia de Córdoba. Una falta de reconocimiento que a veces se prolonga en las penumbras del olvido. Por eso, el Concierto homenaje a Lidia Mazzieri, que se realizará en memoria de la pianista y docente, que falleció el pasado lunes 7 de diciembre, es una señal positiva de una sociedad que honra a sus artistas, como ellos honraron a sus instituciones. El homenaje es este martes 5, a las 19, en el Auditorio CePIA de la Ciudad Universitaria, y surge como iniciativa de Tatiana Shundrovkaya, violín, y Dmitry Pokras , piano.

Lidia Mazzieri nació el 26 de noviembre de 1946. Su fallecimiento produjo un profundo pesar en la comunidad artística y en el ámbito académico. Lidia egresó del Conservatorio Provincial de Música Félix T. Garzón con medalla de oro, y ejerció la docencia en la Universidad Nacional de Córdoba y el Profesorado de Música Collegium. Obtubo el Primer Premio de Promociones Musicales (Buenos Aires, 1973); la beca Vicente Scaramuzza, otorgada por el Fondo Nacional de las Artes y la Embajada de Italia (1979); el premio Diez Jóvenes Sobresalientes (1979); Primer Premio compartido de Música de Cámara del II Festival Internacional de Buenos Aires (1997); y el Primer Premio de Música de Cámara Ciudad de Córdoba (1998).
Con motivo de este homenaje, Clásica Córdoba evocó a Lidia en un diálogo con su hijo, el violinista de la Orquesta Sinfónica de Córdoba, Pablo López.

– Cuando Lidia te hablaba de la música, ¿Qué decía?
– Cuando hablaba de música a ella le brillaban los ojos , comenzaba a hablar más rápido y su voz se volvía como la voz de una niña. Algo en ella «hervía» de alegría. Mantenía la admiración por los grandes compositores y los grandes intérpretes, que uno tiene cuando es adolescente. Esa especie de fanatismo que hace que se entre en ebullición. Para ella, la música era el centro de su vida, el alimento de su día a día.

– ¿Qué funciones tuvo Lidia en el teatro y en el mundo académico?
– Lidia ingresó a trabajar siendo muy jovencita en el Teatro del Liberador San Martín. Durante muchos años, fue pianista del Ballet Oficial. Tiempo después de estudiar y trabajar en Europa, volvió al teatro donde se desempeñó como pianista del Coro de Cámara. Luego, ingresó por concurso como pianista de la Orquesta Sinfónica de Córdoba. Mientras tanto, se dedicaba a la docencia de piano principal y música de cámara, en la Universidad Nacional de Córdoba. También dio clases, durante muchos años, en el Profesorado Collegium.

– ¿Cuál era la visión de Lidia sobre la orquesta sinfónica, los cuerpos estables?
– Ella tenía un respeto inmenso por los cuerpos artísticos. Siempre tuvo una visión en la cual los cuerpos estables eran grandes «instituciones», y los trataba como tal. Estaba inmensamente orgullosa de ser la pianista de la Orquesta Sinfónica. Nunca se cansaba de decirlo, y en su voz, con esas palabras, se podía sentir ese orgullo puro del niño.

– En cuanto a sus gustos musicales, ¿Qué preferencias tenía?
– Le gustaba todo tipo de estilos, aunque yo creo que tenía algún pacto secreto con Mozart… No es casualidad, que su último concierto como solista con la orquesta, poco antes de dejarnos, haya sido una impecable versión del Concierto para dos pianos de Mozart.

– ¿Cuáles fueron los consejos que ella te dio para guiar tu desarrollo musical?
– Es difícil explicarte eso, porque todo lo que soy como músico se lo debo a ella. Nos unía la música cada día, ¡Hemos tocado tantos años juntos! Me ha dado todas las guías posibles, las que entran en palabras, las que no se pueden explicar y las que me vinieron con la sangre.

Por último, Pablo López agradeció este reconocimento. «El martes 5 de abril alumnos de ella y de Dmitry Pokras y Tatiana le van a rendir un homenaje tocando, como ella hubiera querido. Agradezco de corazón a Dmitry, Tatiana y a los alumnos que participan, porque puedo imaginarla tan emocionada y feliz. Me es tan fácil verla riendo nerviosa levantando sus hombritos, sin poder creer que tanta gente hermosa se junta a homenajearla», expresó.

1 Comentario

  1. 5 abril, 2016 at 2:02 pm — Responder

    Me alegra saber que se rinda homenaje a una gran artista como Lidia. Un abrazo muy fuerte a sus hijos Pablo y Ariadna.

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