MAX BALANOWSKY, GUITARRISTA de CONCIERTO
Camino a convertirse en concertista de guitarra, estudia en un prestigioso conservatorio en Alemania. Su mayor predilección es la música argentina.
En 1971, el chelista Oleg Kotzarew alumbró la idea de una pieza musical de raíz folklórica para la Camerata Bariloche. Kotzarew, miembro fundador de la célebre orquesta creada en 1967, acudió al guitarrista Eduardo Falú para avivar la llama de aquella idea, y producto de esa unión vio la luz la Suite argentina para guitarra solista, orquesta de cuerdas, corno y clave.
La obra será interpretada por la Orquesta de Cuerdas Municipal, junto al guitarrista Max Balanowsky y Darío Imboden en corno, este jueves 28 de julio, a las 19.30, en el Auditorio Diego de Torres de la Universidad Católica de Córdoba. El programa incluye, además, Sinfonía para cuerdas N. 5, de Félix Mendelssohn; Pampeana N.1, para violín y piano, de Alberto Ginastera, arreglo y solista Luciano Casalino; Pampeana N.2, para violoncello y orquesta de cuerdas, de Ginastera, arreglo de Luciano Casalino, solista Marcelo Montes.
La dirección musical estará a cargo de Santiago Ruíz. A raíz de este concierto, Clásica Córdoba mantuvo una charla el solista de guitarra, quien estudia en la Academia de Música de Darmstadt, una de las instituciones más antiguas de aquel país europeo.
Max Balanowsky nació en 1989 en Córdoba. Su infancia transcurrió en barrio Residencial Los Robles. Es simpatizante de Racing de Nueva Italia y admira a Messi.
La rutina de Max Balanowsky en la ciudad alemana de Darmstadt puede sintetizarse de la siguiente manera: estudiar, estudiar y estudiar, según indica el propio músico. La cultura en Darmstadt es bastante diferente a la de Córdoba, pero Balanowsky tiene un «circuito armado», sabe dónde comprar carne para un asado, tiene un grupo de amigos músicos y un grupo de amigos con los que juega al fútbol. «Una de las cosas que más trato de aprovechar acá es la vida musical y la oferta cultural que tenemos constantemente», cuenta.
En cuanto a la música, «mis guías fueron grandes maestros, y la huella que dejaron en mi vida es muy importante», subraya. El músico egresó del Conservatorio Superior de Música Félix T. Garzón. Estudió con el concertista de guitarra Pablo de Giusto, con quien dio los «primeros pasos importantes». Estudió con María Isabel Siewers, profesora de guitarra del Mozarteum de Salzburgo, que vive mitad del año en Austria, mitad del año en Buenos Aires. También se formó con el maestro Ricardo Havenstein, quien fue «el nexo para estudiar guitarra en Europa». De esa forma, forjó el camino que lo condujo a una de las cátedras de Guitarra más prestigiosas del mundo, en la Akademie für Tonkunst de Darmstadt. Actualmente, cursa la segunda mitad de la Licenciatura con perfeccionamiento en Guitarra, con el maestro Tilman Hoppstock.
«La música argentina es lo que motiva constantemente mi vida. Nací escuchando folklore argentino y, hoy por hoy, si bien mi trabajo y mis conciertos me llevan a explorar otros repertorios, nunca dejo de volver a mi raíz», revela. «Por eso, la Suite argentina, de Falú, es perfecta para mi, ya que en ella se encuentran la raíz popular con lo académico, ahí nace esta belleza de suite, y hace muchos años que tengo el sueño de poder tocarla», dice el intérprete.
Las grabaciones que existen de la suite fueron registradas por la Camerata Bariloche con el maestro Eduardo Falú y con Eduardo Isaac junto a la Orquesta Sinfónica de Salta.
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