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Noelia Escalzo: «Una compositora de dos mundos»

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Estrena en distintos países, en Buenos Aires, La Pampa y Santa Fe. Dirige en el programa nacional de orquestas infanto juveniles.


La compositora cede la palabra a su obra: este domingo 8 se estrena en Texas una pieza que compuso para tuba y arpa; el lunes 9 es el turno del estreno de Low Low Tango, interpretada por Øystein Baadsvik, destacado solista, y Lewis Lipnick, músico de la Orquesta Sinfónica Nacional de Washington; el 12 se estrena, en Berlín, su Suite Argentina para trombón y piano; el 19, el trombonista de la Orquesta Sinfónica Nacional, Carlos Ovejero, estrena otra obra de su autoría, titulada Retorno. En abril pasado, se estrenó su Homenaje a Lalo Schifrin, en Los Angeles. Y así, por citar sólo algunos ejemplos cercanos.

Formalmente, cabe decir que Noelia Escalzo es licenciada en Composición Musical y profesora en Composición Musical, en la Universidad Nacional de Córdoba. Estudió, además, violín y piano en el Conservatorio Provincial de Música Félix T. Garzón. Actualmente, estudia dirección de Orquesta y Coro con el maestro Ignacio García Vidal en la Universidad Nacional de Avellaneda, Buenos Aires. Mientras tanto, dirige, elegida mediante un concurso, la orquesta de la Escuela IPEM 360 de Villa El Libertador, en el sur de la ciudad de Córdoba, como parte del programa nacional de orquestas y coros infantiles y juveniles.

Sus inicios con la profesión están ligados al contacto directo con la música folklórica y el tango, por lo que Noelia cuenta con una formación integral, desde el terreno del pequeño escenario a la complejidad de la educación superior. Su padre, el cantante y pianista Lalo Escalzo, le mostró el surco, y ella hizo el resto.

En esta entrevista con Clásica Córdoba, Noelia Escalzo brinda detalles de su constitución como compositora, repasa las obras estrenadas, y cuenta su experiencia como directora de una orquesta infanto juvenil del programa nacional de orquesta y coros.

– Patricio Cosentino ha dicho que Noelia Escalzo representa la nueva generación de compositores argentinos. Además, destacó tu productividad, versatilidad y creatividad ¿Cuál es su opinión?

– Me considero una compositora en continuo aprendizaje. Muchos me consideran dentro de una nueva generación de compositores por mi lenguaje, que en realidad dista mucho de ser nuevo: mi lenguaje es absolutamente tonal y académico pero estilísticamente me volqué a la música regional latinoamericana. Pero, además, me abrí un camino dentro de los instrumentos de bronces. Entonces, una compositora joven, tonal, latinoamericana y para bronces me ubicó en poco tiempo en una generación nueva. Y a eso le agreguemos: Mujer!

– Repasando su obra, se aprecia que tiene una relación muy cercana con la música popular argentina, en sus vertientes del tango y el folklore.

– Así es. En mi cuna escuchaba tango y folclore en el piano de mi padre fallecido, Lalo Escalzo, un músico popular cordobés. Entonces durante muchos años de mi vida convivía con «ambos mundos»: el académico en el conservatorio y la universidad, estudiando composición, y el popular, cantando tango, folclore y boleros en festivales y demás. Cuando llegó el tiempo de decidir, debía tomar un camino compositivo y ambos lados me tiraban. Entonces ¿qué hice?: Los uní para que convivan. Mis conciertos son de tres movimientos, tienen la clásica forma sonata, puedo escribir temas con variaciones, etc., pero, dentro de esos esquemas, hay ritmos argentinos, armonías tangueras, giros melódicos de zambas y demás. Trabajo procesos compositivos que nos dejaron los grandes maestros de la música, pero con un estilo propio y Latinoamericano.

– Al momento de componer, parece que usted se inclina por instrumentos de viento.

– Me considero una compositora en continuo aprendizaje, y siempre pensé que al margen de los conceptos aprendidos en la universidad, necesitaba el contacto con el instrumentista. La experiencia del solista aporta y enriquece. Entonces comencé a acercarme a algunos solistas con el fin de aprender, y los músicos de bronces, especialmente, me aceptaron y comenzaron a enseñarme. Patricio Cosentino, por ejemplo, un tubista argentino que vive en Alemania, se tomó el trabajo de mostrarme lo que podía realizar con una tuba. Y eso me permite, hoy por hoy, este próximo estreno con  Øystein Baadsvik, uno de los tubistas más importantes del mundo, quién se comunicó conmigo para destacar especialmente el tratamiento que le dí a la tuba en la obra. Y así también con el trombón, el corno, el clarinete, etc. Músicos de tremenda trayectoria, como Miguel Sánchez de la Orquesta Simón Bolivar, Jamie Williams, solista de trombón de la Orquesta de la Opera de Berlín, y otros más, fueron generosos en la apertura de aceptar enseñarme cómo escribir para sus instrumentos. Luego se sumó la guitarra, de la mano de un solista rosarino llamado Sergio Puccini, con quién estrené mi Homenaje a Lalo Schifrin, en abril en Los Ángeles . El guitarrista tocaba mis ejercicios compositivos para guitarra hasta que comencé a escribir música para él. Hoy por hoy me encuentro escribiendo un concierto para guitarra y orquesta sinfónica.

Low Low Tango

– ¿Cómo fue tomando forma la idea de esta pieza?

– A principios de este año, Lewis Lipnick, músico de la National Symphony Orchestra of Washington, escuchó mi música para tuba. Él toca un nuevo instrumento de viento llamado Contraforte. Yo escribí una obra para él, y en el mes de setiembre Lipnick viajó a Córdoba para trabajar conmigo, ya que el estilo de la misma es un tango. Es un tango sinfónico. Estando aquí, Lipnick me avisa que tenía un concierto junto con Øystein Baadsvik,  y que sería interesante tener un tango para dúo de contraforte y tuba. Yo acepté el desafío. La tuba es más ágil que el contraforte, pero el contraforte llega una nota más grave. Entonces decidí escribir una especie de «duelo de bajos», donde ambos ganan, uno en la agilidad, y el otro en los graves. Hace unas semanas les envié Low Low Tango y quedaron encantados!

– ¿Qué sabe de los intérpretes?

– Øystein Baadsvik y Lewis Lipnick son músicos de gran trayectoria. El primero es uno de los pocos músicos de tuba que ha formado una carrera exclusivamente como solista, en lugar de convertirse en miembro de una orquesta o aceptar un puesto de profesor. Es un artista reconocido mundialmente. El virtuosismo y la musicalidad de Baadsvik es único, y lo ha hecho destacar a la tuba en todo el mundo. Lewis Lipnick  se unió a la Orquesta Sinfónica Nacional de Washington en 1970. Su formación musical profesional incluyó estudios en el Mozarteum de Salzburgo. Además de tocar en la Orquesta Sinfónica Nacional, Lipnick ha realizado seminarios en varias instituciones de educación superior en Estados Unidos y en la prestigiosa Academia Sibelius de Música de Helsinki, Finlandia. También es respetado internacionalmente como un experto líder en el campo de la electrónica y la acústica.

– ¿Qué significa para una compositora el hecho de que su obra, inspirada en un género tan rioplantense como el tango, sea interpretada en un rincón del mundo en Estados Unidos?

– Tengo un agradecimiento y una felicidad inmensa. En mi corta carrera como compositora, a excepción de Buenos Aires, La Pampa y Santa Fe, cuando gané el concurso internacional de Composición, todos mis estrenos han sido en el extranjero. Jamie Williams me estrenó en Alemania la obra ganadora del concurso en el Rostock 2015 de Germany, y el próximo diciembre es la world premiere de una Suite Argentina escrita especialmente para él; Sergio Puccini estrenó mi Homenaje a Lalo Schifrin en Los Angeles; Patricio Cosentino estrenó en Atlanta, en el congreso de Brass; el trío Vientos del Plata estrenó en Ecuador; Che Tango! fue estrenado en Roma, por Sauro Berti, también en México; el día previo al estreno de Low Low Tango, se estrena Milonga Triste N° 1 para arpa y tuba en Texas a cargo de un tubista Colombiano llamado David López. Mi suite De tres en tres será estrenada y grabada en Alemania por Premysl Vojta, Patricio Cosentino y Tomoko Sawano el próximo marzo entre muchos otros. El próximo diciembre estrena en Buenos Aires mi tango para dos trombones y piano Carlos Ovejero, un destacado trombonista argentino. Mi música ya suena en USA, Alemania, Venezuela, México, Italia, España, Francia, Ecuador, Uruguay, Colombia. Realmente me siento muy agradecida a cada uno de los solistas que cree en mi música! Dios me está acompañando realmente en este camino musical. Aquí en Córdoba he escrito para dos integrantes de la Orquesta Sinfónica, Fabián Contreras y David Antezana, y estamos trabajando para poder estrenarlos en mi ciudad.

La dirección 

– Por otro lado, usted está dirigiendo la orquesta de Villa El Libertador, como parte del Programa Nacional de Orquestas y Coros Infantiles y Juveniles ¿Qué puede contar de esta labor?

– Es una hermosa y gratificante labor. Comencé a estudiar Dirección en Buenos Aires pensando solamente en ampliar mis conocimientos y enriquecer la composición, pero poco a poco me enamoré del mundo de la dirección. Ese contacto en 3D con el sonido me atrapó! Y disfruto cada aprendizaje y cada experiencia que vivo a través de la dirección. Estoy al frente no sólo de una orquesta infanto juvenil que acaba de nacer y de un grupo maravilloso de colegas, profesores de instrumento con el mismo entusiasmo que yo para llevar a cabo esta tarea. Ser parte de esta semilla plantada que está comenzando a dar sus brotes, realmente llena el alma y el corazón con más que música! Con solidaridad, con entrega y con pasión por este proyecto social y musical.

– La música es la misma, pero ¿hay una actitud diferente al enseñar y dirigir, sabiendo que el objetivo es la inclusión social antes que el goce estético?

– Hay entrega de todas las partes involucradas. Estamos buscando el equilibrio y creo que lo estamos logrando. En nuestra orquesta hay inclusión pero también hay goce estético. Justamente en ese aspecto es donde mi bagaje como compositora aporta una cuota importante: Si los chicos tocan 3 notas, o 4 o 5, entonces compongo para lo que ellos tocan. Hemos comenzado a ensayar nuestra primer obra compuesta especialmente para ellos, por lo que abarca exclusivamente lo que ellos están aprendiendo. Siempre les digo: sea que toquemos 3 o 15 notas, las que sean, que estén afinadas. Es decir, que mi aporte como compositora, beneficia en ese aspecto, porque ellos no se ven obligados a tocar más allá de lo que van aprendiendo, y esto otorga seguridad y una musicalidad más firme. Estamos trabajando para ser una orquesta inclusiva pero también de calidad musical.

– ¿Cuál es la recepción por parte de los niños, los padres y la comunidad educativa?

– Increíble! Sobrepasó nuestras expectativas! El barrio Villa El Libertador tiene una comunidad de vecinos felices de esta oportunidad. Ellos comprenden el privilegio de tener la orquesta, no por nosotros, sino por la oportunidad de aprender, de crecer. Ellos saben que el programa Nacional junto con la Universidad Nacional de Córdoba podrían habernos puesto en cualquier otro lugar de Córdoba, pero fue en su barrio, entonces están agradecidos e involucrados. El nivel de inscriptos fue tremendo y el compromiso familiar está presente. Las clases son productivas y el compromiso de la comunidad docente es notable. Realmente estamos muy, pero muy agradecidos con todos ellos.

2 Comentarios

  1. ELSA DILBA SOSA
    7 diciembre, 2015 at 4:40 am — Responder

    El AMOR Y la PASION con la que Noelia hace música, lo sentirán las personas que trabajan con ella, y podrán contagiarse de su solidaridad, alegría, paz… el AMOR AL PROJIMO, que ORGULLO sentiría LALO, su papá, sigue adelante sin bajar los brazos y disfrutar cada momento, muchoc besos Elsa Melina y Gustavo

  2. Guillermo Gonzalez
    5 noviembre, 2015 at 6:39 pm — Responder

    Felicitaciones Sergio Chalub por la nota que pone de relieve a Noelia Escalzo, un valor humano y artístico que merece ser destacada. Gracias.

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