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PuntoAR: «Hacemos una música de largo aliento»

La obra L’histoire du Tango, de Astor Piazzolla, sirve de hilo conductor para un singular concierto del cuarteto PuntoAR, que forman Aníbal Borzone, en vibrafón, Nicolás Panatteri, en clarinete, Mauricio Diez, contrabajo, y Néstor Alderete, en guitarra y arreglos. Originalmente escrita para flauta y guitarra, instrumentos ligados al nacimiento del tango, aunque, como en este caso, es abordada con instrumentaciones diferentes. La obra está dividida en cuatro secciones: Bordel 1900 (nacimiento del tango); Café 1930 (el tango canción); Night Club 1960, y finalmente Concert d’aujourd’hui (el tango de vanguardia). Además, el público escuchará Angeles caídos y Triptango, de Gerardo Di Giusto, y La depresión, Plegaria y Ultimatum, de Saúl Cosentino.
Néstor Alderete define a este concierto como de «música instrumental inspirada en el tango rioplatense». La función es el viernes 25 de septiembre, a las 19, en la Sala Luis de Tejeda del Teatro del Libertador San Martín, Av. Vélez Sársfield 365, con una entrada general de 40 pesos. Aprovechando la oportunidad, Clásica Córdoba, solicitó la opinión del guitarrista y arreglador sobre un repertorio convertido en clásico, pero inagotable.

– De acuerdo al material de prensa, han seleccionado autores que visitaron el tango ¿Cómo es eso?
– Deseaba dejar claro, en la presentación del grupo, que no hacemos “tango” en un sentido estricto. Nosotros somos un grupo de cámara, un tanto atípico, y desde este ámbito proponemos el tango. Un perfil de éste. Una de las muchas aristas. El espectáculo lo concebimos desde esa perspectiva: música instrumental inspirada en el tango rioplatense.

– Ustedes dicen, por otro lado, que hubo compositores de música ciudadana que le «dijeron al público que se puede escuchar al tango como a un lied de Schubert o una polonesa de Chopin» ¿A quiénes podemos citar en ese sentido, y porqué?
– Creo que el tango en un sentido estricto, es una rica conjunción de idiomas; ritmos musicales; danza; poesía; clases sociales; etcétera. En el tango se mezclan muchas cosas. Es una música mestiza, con sus propios códigos, distintos a los de la música de concierto. En este sentido es que advertimos, al invitar a nuestro espectáculo, que nosotros hacemos una música de largo aliento; estructurada de antemano; que comparte muchas cosas con el tango que la inspira pero no van a bailar sino por dentro, esperamos…

-¿Cómo se dio la llegada del tango a las salas de concierto?
No soy historiador pero encuentro un antecedente en Las milongas, de Alberto Williams. Los movimientos nacionalistas de principios del siglo XX, llevaron a las salas de concierto muchas de las danzas tradicionales y éste podría tomarse como un antecedente. Luego, Alberto Ginastera, y finalmente en el proceso Astor Piazzolla. El marplatense salió del arrabal para meterse en los teatros. Traía consigo toda la ceremonia de las milongas; de las orquesta típicas; de la danza y la poesía. Con todo ese acervo, Piazzolla creo un universo personal que tiene una impronta más universal.

– ¿Qué representa Astor Piazzolla para la música argentina?
– Piazzolla es un referente de la música argentina. Indudable a esta altura. Y es una válvula de escape del tango tradicional. Una invitación a hacer el tango de otra manera. No totalmente desvinculado de la tradición de otros autores, pero personal. Piazzolla fue la puerta de ingreso a muchos jóvenes al tango más tradicional, que es también rico en detalles de todo tipo, como decía antes.

– ¿Qué autores miraron más allá, antes de la consagración de Piazzolla?
– Creo que todos miraron más allá. Todos los autores miran más allá para lograr originalidad. Muchas veces pensamos en categorías como “de avanzada” o “muy tradicional” y no nos damos cuenta en el momento que tal o cual composición fue escrita y el grado de originalidad que tuvo en ese instante. Miramos desde el hoy pero juzgamos el pasado.

– ¿Porqué eligieron esta obra?
– Elegimos tres obras de tres autores, que a su vez están compuestas de varias piezas. L’histoire du Tango, de Piazzolla, es como el eje que nos permite transitar a otros dos autores argentinos contemporáneos: Saúl Cosentino y Gerardo Di Giusto. La pieza del marplatense se estructura en cuatro secciones, que se titulan reverenciando estadios en la evolución de la música del dos por cuatro: Bordel 1900 (nacimiento del tango); Café 1930 (el tango canción); Night Club 1960 y finalmente Concert d’aujourd’hui (el tango de vanguardia). Aprovechamos ese recorrido para incluir dos autores vivos que, también inspirados en la música rioplatense, dan rienda suelta a su inspiración.

Bordel 1900, Piazzolla. Intérprete PuntoAR

Ultimatum, de Saúl Cosentino

 

 

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