TEXTURAS DE LA INDEPENDENCIA
El compositor y director Luis Pérez (Foto S.Ch.)
La autodeterminación del pueblo argentino despertó el interés de Luis Pérez, hace algo más de un año, cuando alumbró la idea de escribir una pieza para el Coro Polifónico Delfino Quirici, organismo provincial que él conoce muy bien, y la Orquesta de Música Argentina Paralelo 31, que él mismo dirige. Entonces, sobre la base del texto de la liturgia en su versión en castellano, Pérez compuso la Misa Bicentenario de la Independencia Argentina.
La obra será estrenada el próximo viernes 8 de julio en el Teatro Municipal de Río Cuarto, en el marco de la tradicional Velada de Patria que conmemora el día de la Declaración de la Independencia, 9 de Julio de 1816.
La misa de Luis Pérez tiene un carácter festivo, ya que celebra la Independencia con una muestra de la rica y variada geografía musical del país, en toda su dimensión. Aunque, aclara el autor, las diferentes zonas musicales están expresadas «sin un propósito purista».
«Considero a la Misa Bicentenario de la Independencia Argentina como una liturgia, pero no religiosa, la considero un acto para celebrar y es por eso que a lo largo de la obra el auditorio se va a encontrar con una gama de ritmos muy vivaces, que finaliza con mucha alegría»
Siguiendo el orden de la liturgia, la obra está dividida en cinco partes, que el mismo compositor explica de esta manera: «La número uno, el Kirye, tiene ritmos del Litoral; la número dos, Gloria, tiene ritmos del Centro y de Cuyo; el Credo, es rioplatense, tiene tango y candombe; la cuarta, el Sanctus, representa al Noroeste Argentino con huaynos, carnavalitos, y chaya riojana; y la quinta y última parte, el Agnus Dei, abarca las regiones del Centro y el Sur con vidalitas, malambo, y el loncomeo (danza patagónica)».
La obra incorpora más 20 aires diferentes, incluso el cuarteto característico de Córdoba familiarizado con el paso doble. Una de las intensiones detrás de la composición es producir un correlato natural entre el texto y los ritmos musicales. La misa tiene cuatro solistas, de los cuales uno está a cargo de la reconocida mezzosoprano Susana Moncayo, cantante elogiada igualmente por su desempeño tanto en el repertorio lírico como en el popular. Los otros roles solistas, soprano, tenor y bajo, se cubren luego de audicionar.
«Cuando uno escribe, en principio, siempre hace un esbozo para voces y piano, y a partir de ahí comienza la empresa de orquestar la partitura. Precisamente, el compositor confió la orquestación a Nicolás Mazza, destacado clarinetista y uno de los promotores del encuentro nacional de vientistas realizado días atrás en Córdoba.
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