Un «inexplicable fuego de inspiración»
Así describió Chaikovski a su concierto para violín. Una partitura muy exigente, con florituras que ornamentan la obra y demanda técnica y corazón. La sinfónica de la UNC interpreta esta magistral pieza en concierto gratuito.
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Las fuentes biográficas atribuyen al violinista Iosif Kotek haber motivado a Piotr Ilich Chaikovski la composición del «Concierto para violín en Re mayor» -Op. 35-. Kotek, alumno de Chaikovski en el Conservatorio de Moscú, iba a ser el primer intérprete de la obra, pero desiste por las dificultades técnicas de la parte.
Chaikovski dedica el concierto al violinista Leopold Auer, húngaro, concertino de la Orquesta Imperial. En línea con Kotek, Auer tampoco se anima a interpretar la pieza, una suerte de voz interior del notable compositor ruso que se confiesa a través del violín solista. Hay quienes piensan que es imposible ejecutarla, pero alguien debe asumir el reto.
El estreno recae en Adolf Brodsky, acompañado por la Filarmónica de Viena, con la dirección de Hans Richter, el gran promotor de la obra de Richard Wagner. Conforme con la interpretación, Chaikovski finalmente dedica el concierto a Adolf Brodsky, un merecido reconocimiento a quien se atrevió a interpretar un obra monumental.
La Orquesta Sinfónica de la Universidad Nacional de Córdoba interpreta el «Concierto para violín en Re mayor» -Op. 35-, en la segunda función de su temporada, este miércoles 15 de junio, a las 20.30, en la Sala de las Américas, Ciudad Universitaria.

La dirección del concierto es del maestro Hadrian Avila Arzuza. La entrada es libre y gratuita. Se solicita la donación de un abrigo.
Leandro Liuzzi tiene a cargo el papel de solista, un desafío que asume con mucha responsabilidad también con alegría, ya que significa el reencuentro del intérprete con la orquesta.
«El concierto para violín de Chaikovski es una obra a la que no todo el mundo aspira -afirma Liuzzi-. Para abordarla he estudiado mucha técnica y ejercitado la memoria sobre los pasajes críticos, descifrando las notas de la columna vertebral de esos pasajes en los que Chaikovski puso el alma».
¿Por dónde ingresar a una obra de este calibre? «Lo primero que uno hace cuando aborda una obra de esta magnitud es interpretar la idea -responde Liuzzi-, lo mental de Chaikovski sobre la música, es decir, las grandes estructuras y las notas principales de cada pasaje, por capas, como una obra en construcción. Esto lleva mucho tiempo, es un concierto tan difícil que no permite al solista sentirse del todo cómodo en la interpretación».
Alguna vez en la peatonal
«A los 14, 15 años, con unos amigos que tocábamos en la peatonal a cambio de unas monedas, comencé formar mi propia discoteca. En una de esas, compré este concierto interpretado por la Filarmónica de Berlín y la violinista china Midori Gotō, increíble. Fue un antes y un después del concierto para violín de Chaikovski. Resulta difícil creer que este concierto haya sido rechazado y que no tuviera las mejores críticas en su momento. Para mí, es una de las mejores obras sinfónicas para instrumento solista», opina el violinista.
Leandro Liuzzi fue el primer concertino de la sinfónica universitaria sin ser alumno de la universidad.
«La Orquesta Sinfónica de la Universidad Nacional de Córdoba es una de las mejores orquestas junto con la Sinfónica de Córdoba -afirma el solista-. He notado que está muy sólida, madura, se siente la madurez musical y artística, y ese sonido que hace que la orquesta suene como un instrumento único».
«Al maestro Hadrian Avila Arzuza el repertorio Chaikovsk le queda a la perfección y la orquesta está aprendiendo mucho de él. Este concierto es en homenaje a Enrique Roberti, de parte de la orquesta que fue la orquesta de sus amores». Roberti fue un violinista integrante de la orquesta que falleció en 2020.
Pedido solidario
A modo de entrada, se solicita la donación de ropa de abrigo o calzado para aportar a la campaña “Ponele el Pecho al Frío”, que organiza la UNC junto con siete clubes de la ciudad de Córdoba.
Sergio Chalub.-
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