Un jalón del siglo 20 en el cello
«Nos quiere transmitir el horror de la guerra, las perdidas y el sufrimiento. Por eso su carácter es tan apasionado y nostálgico», opina la solista de cello en relación al célebre concierto de Edward Elgar/ Foto Sergio Chalub
Aún no había cumplido los tres años de edad cuando descubrió que tocar el violín le resultaba un tanto incómodo. Entonces su padre, el luthier Gustavo Bellido, adaptó una viola con un puntal para que la niña pudiera tocar sentada. De esa manera Andrea Bellido comenzó a sellar su vínculo con el violoncello, un lazo que hoy está sólido y se proyecta radiante.
Este sábado 8, a las 21, la Orquesta Académica Juvenil acompaña a la solista en el Concierto para violoncello en mi menor de Edward Elgar, con la dirección general del maestro Finlay Ferguson. El programa contiene además la Sinfonía Nº 41 en do mayor, Júpiter de Wolfgang Amadeus Mozart y el Danzón N°2 de Arturo Márquez. La función es en el Teatro del Libertador San Martín, avenida Vélez Sársfield 365, y la entrada general es de 40 pesos.
– ¿Cuál es tu opinión sobre el carácter de este concierto de Elgar para violoncello?
– En mi opinión, el carácter de este concierto es muy sufrido, nostálgico, introspectivo en algunas partes, pero también es muy apasionado. Tiene una carga emocional muy profunda por todo lo que el compositor vivió después de la Primera Guerra Mundial, y también por la historia de la cellista, Jacqueline du Pré, ya que su versión de este concierto es representativa y definitiva para muchos músicos. Ella tuvo que dejar su carrera de solista por la esclerosis múltiple a los 28 años de edad. Tuvo que dejar de hacer lo que ella más amaba, entonces, este concierto tiene muchas emociones y un gran significado. Es mi concierto favorito y ella es mi cellista favorita, así que poder tocarlo con la orquesta me pone muy feliz.
– Según te parecer ¿Qué ha querido transmitir Elgar en este concierto? ¿De qué nos habla el compositor?
– Edward Elgar compuso este concierto en el año 1919, un año después de la Primera Guerra Mundial. El había quedado muy afectado emocionalmente. Según su propia esposa, todas las obras posteriores a la guerra eran considerablemente diferentes a las anteriores. Yo creo que hubo un gran cambio en su persona. Para mí, Elgar nos quiere transmitir el horror de la guerra, toda violencia, las perdidas y el sufrimiento. Creo que por eso el carácter que tiene es tan apasionado y nostálgico.
A los cinco años de edad, cambió el violín por el violoncello. Más tarde, Andrea obtuvo el reconocimiento de Promesa del instrumento que otorga el Festival Latinoamericano de Cello cuando tenía 14 años de edad.
– A los cinco años de edad, cambiaste el violín por el violoncello ¿Qué motivo esa decisión?
– La anécdota es algo graciosa. Yo era muy chica y había empezado a tocar el violín, a los dos años y medio. Más o menos a los cinco años, tal vez un poco antes, le dije a mi papá que no me gustaba mucho el violín, que me resultaba incomoda la forma de tocarlo al tener que estar parada. Le dije que sí quería seguir con la música, pero que me gustaría un instrumento en el que pudiese tocar sentada. Entonces mi papá buscó una viola y le puso un puntal para que yo probara y ver si el violoncello era el instrumento adecuado. Así sucedió, me encantó y mi padre decidió hacer mi primer cello.
– ¿Cuál fue tu trayectoria con la Orquesta Académica Juvenil del Teatro del Libertador?
– A finales del año 2012, yo tenía entre 13, 14 años, mi profesor de cello de ese momento, Cristián Montes, habló con el director Finlay Ferguson para que pudiese participar en una prueba en los últimos conciertos de ese año. Yo era una de las más chicas y me llevaba muchos años de diferencia con muchos de los integrantes, pero me pude adaptar muy bien. Al siguiente año, me presenté a las audiciones de la orquesta y Finlay me nombró Guía de la fila de violoncellos. Fue un momento muy hermoso que no me esperaba. Fue muy linda la experiencia que pude hacer en la orquesta, aprendí muchísimo, pude tocar grandes obras, y hacer un trabajo muy lindo con todos los integrantes.
– A los 15 años de edad, fuiste nombrada como Promesa de la Música Argentina en el V Festival Latinoamericano de Violoncello ¿Cómo es tu carrera musical hoy?
– Hoy continúo mis estudios con el maestro Marcelo Montes, con planes de viajar a Inglaterra en unos meses, por una beca que me gané el año pasado en ese mismo festival, para estudiar en el Birmingham Conservatoire con el maestro Eduardo Vasallo, quien es el que organiza y da las Master classes en este festival.
– ¿El instrumento que estarás tocando en este concierto fue construido por tu padre, el luthier Gustavo Bellido?
– Si, desde mi primer violín hasta el violoncello que hoy toco, fueron construidos por mi padre, y es algo muy especial poder tocar sus instrumentos, ya que a demás de ser muy hermosos y de muy buena calidad, tienen un gran significado sentimental para mi.
– ¿De qué manera te proyectas para los próximos años?
– En mis próximos años me encantaría seguir formándome en Europa, en este caso en Inglaterra con Eduardo Vasallo, y al terminar los 4 años del conservatorio (Licenciatura), tal vez me gustaría realizar el posgrado en Inglaterra o Alemania, me gustaría viajar mucho con la música, mi violoncello y continuar estudiando con grandes maestros.
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