Una belleza que impresiona
La orquesta Alberto Ginastera ensaya el programa del concierto en el Centro Cultural Córdoba. La dirección general es de Mariano Javier Sauco.
La Orquesta Sinfónica Alberto Ginastera hace un tributo al célebre compositor que da nombre a la agrupación, este sábado 24, a las 21, en el Centro Cultural Córdoba, Av. Poeta Lugones 401. Una de las obras del programa es Impresiones de La Puna, pieza de un apacible atractivo, con la actuación destacada de la solista Gabriela Folco. Como se recordará, Alberto Ginastera nació el 11 de abril de 1916, en Barracas, Buenos Aires, y murió el 25 de octubre de 1983 en Ginebra, Suiza, donde residió los últimos 12 años de vida, por lo que este año se celebra el 100 ° Aniversario del nacimiento del célebre compositor. El programa incluye, además, un arreglo de Sauco de la Danza de la Moza Donosa.
«En esta función también abordamos música popular, con arreglos de obras que venimos trabajando con mucho gusto y que presentan otro tipo de complejidades, que todo músico debe enfrentar hoy en día», comenta el director de la agrupación. Mariano Sauco también se desempeña como asistente de Finlay Ferguson en la Orquesta Académica Juvenil del Teatro del Libertador, por lo que está nutriéndose de una rica experiencia profesional. El programa elegido contiene «lindos temas y arreglos, como She is leaving home, de The Beatles, y La mirada, de Jorge Fandermole, arregladas por Santiago Pisano», añade el director.
Fotos Clásica Córdoba
Con relación a la Sinfonía No. 45, de Joseph Haydn, la historia es conocida y cuenta que Haydn compuso esta obra en 1772 en el majestuoso palacio de verano de la familia Esterhásy, dentro del actual territorio de Hungría. Aquel año, el verano se prolongó más de lo esperado y por tanto la estadía de Haydn y sus músicos lejos de su añorada Viena. Entonces, Haydn escribió una sinfonía que finaliza, progresivamente, con una pequeña escenificación para darle a entender al príncipe Nicolás Esterházy, el tedio de sus músicos ante la prolongación de la temporada de verano. De esa forma, los músicos iban retirándose del escenario luego de soplar las velas que iluminaban sus partes, hasta dejar en escena solamente al concertino y el director. Al parecer, Esterházy -conocido como El Magnífico, por su amor a las artes- entendió la indirecta y resolvió el inmediato regreso de Haydn y los suyos a Viena. Esta obra también es conocida, naturalmente, como la «Sinfonía de los adioses».
La entrada general para este concierto es de 60 pesos.
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