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Voces de aquí se abren a nuevos horizontes

El compositor cordobés, Edgar Moya Godoy, ha sido invitado a participar en el Simposio Mundial de Música Coral en Estambul.

Gentileza de Alberto Silva

El prestigioso encuentro del que hace unos días dimos cuenta a través de la participación, además, del director de coros Santiago Ruiz, contará con la presencia del compositor quien reside en Dinamarca. La música que se cocina a fuego lento, la que se estrena en los próximos días y el reconocimiento a la labor de composición, son algunos de los temas tratados en este diálogo antes de su viaje rumbo al simposio en Turquía.

– De qué manera vas a participar en el Simposio de Música Coral de Estambul?
– En el transcurso de la historia del Simposio Mundial de Música Coral en sus actividades -ponencias, talleres, foros, etc-, estuvieron enfocadas en directores y coreutas, principalmente. Naturalmente, son los eslabones de esta cadena que es la actividad coral. Con el paso del tiempo, se puso en relieve el perfil educativo y social, como así también el aspecto de gestión y de publicación. Y aunque el compositor coral, como uno de estos importantes eslabones, siempre de alguna manera estuvo ahí, este es el primer simposio que le da una gran relevancia a esta figura que es el creador de la música. Una de las maneras en que esto se llevará a cabo, es a través de una masterclass conducida por el compositor japonés Ko Matsushita. Para tal instancia hubo una selección de candidatos a nivel mundial, entre los cuales tuve la bendición de quedar seleccionado junto a otros cinco colegas de todo el mundo.

– ¿Cómo será tu participación?
– Estaré trabajando junto a mis colegas durante cinco días intensos, con el acompañamiento del maestro Ko Matsushita y el coro Boğaziçi Jazz Choir, quienes finalmente estrenarán mis piezas el jueves 27 de abril. Para esta instancia realicé tres bocetos de música coral, y estaré concluyendo seguramente al menos dos de estas piezas durante estos días, en un trabajo colaborativo de todo este equipo, lo cual me entusiasma muchísimo ya que es un oportunidad inigualable de crecimiento artístico, personal y profesional. Las tres obras en proceso son de propuestas estéticas muy diversas pero de un alto grado de desafío técnico, no sólo desde lo compositivo sino también para el coro y su director. Lo que me propuse no es sólo presentar mi impronta estética y estilística sino también acercar la identidad argentina a través de este trabajo; algo así como «ver» y escuchar a mi país a través de estas obras desde mi perspectiva. Sin ánimo de sonar pretencioso, es un trabajo que realizo con sumo respetos y muchísimo cariño. Entre las obras hay un aire de chacarera sumamente desafiante; digamos que es una chacarera no tradicional pero con esa fuerza del norte argentino. También compuse una pieza un poco más «experimental» si vale el término, que se llama «You are the light» (Tú eres la luz) en memoria de mi querido Guillermo «Pelli» Pellicer. Por último un motete, obra de carácter sacro en latín, diría que la misma está más cercana a ciertas «convencionalidades» de la música coral hoy en día. La elección estética de esta propuestas, al igual que la temática abordada en cada obra, responden al lema de este simposio que es «Changing horizons» (Cambiando horizontes), entonces, de diversas maneras quiero no sólo ofrecerme como artista sino llevar parte de mi «yo» argentino a aquellas latitudes del mundo.

En marzo pasado, Edgar Moya Godoy participó en Pulsar Festival, encuentro de música contemporánea que reunió a compositores de distintos países. En esta ocasión, estrenó una Sonatina para violín y batería, interpretada por Bartosz Skibiński y Olof Larsson, también «D» for dances, interpretada por Kamilla Bentzen y Marshall Read, pieza con ciertos aires de tango.

El próximo 11 de mayo, el coro escuela de la Real Academia Danesa de Música, bajo la dirección de Christine Fuglsang Skovlund, estrena su «Kyrie Eleison», en Sankt Johannes Kirke, Copenhague; estrenada por el Coro de Cámara de la Provincia con dirección de Gustavo Maldino. «Esta es una obra muy bien recibida por los coros y los directores, y tuvo su estreno europeo por el Konzertchor Köln en Colonia, Alemania, en noviembre de 2019 y su última interpretación en Córdoba, en mayo de 2022», señala el compositor.

Además, cuenta que está trabajando en colaboración con dos coros, uno en Estambul (Turquía) y otro en Roma (Italia) para el estreno de Verbo Luz durante la próxima temporada, una pieza que fue estrenada por el Coro del Seminario de Canto del Teatro del Libertador.

– ¿Qué referencias tenés del encuentro de Estambul ?
– Simplemente, es el evento de música coral más importante del mundo, llevándose a cabo en una locación tan significativa como simbólica respecto de lo que ha sido históricamente, ese «límite» entre Oriente y Occidente, Turquía. No tengo dudas que será un hermoso crisol de culturas, perspectivas y propuestas; ya se puede vislumbrar con sólo chequear el programa. Coros de todo el mundo, tan distintos y maravillosos; temáticas diversísimas y necesarias; todo en una locación y contexto cultural tan relevante.

– Entre tanto, estás trabajando con una escritora peruana para la composición de música con poesía en lengua quechua.
– En vista a un futuro quizás no muy lejano y aunando mi proyecto de investigación sobre la baguala y su gestualidad vocal, estamos junto a Olivia Reginaldo en una instancia incipiente para la creación de una obra un poco ambiciosa, pero que nos entusiasma muchísimo. Olivia es una escritora, poeta peruana, radicada en Alsacia, Francia. La particularidad de su producción es que está escrita en lengua quechua. Y aunque no puedo dar mucha información del proyecto aún, esta idea de un trabajo colaborativo es muy estimulante para nosotros dos. No cabe duda que la lírica y la música nativa formarán parte de esta obra de alguna o diversas maneras.

¿Qué referencias tenés del encuentro de Estambul ?
– Simplemente, es el evento de música coral más importante del mundo, llevándose a cabo en una locación tan significativa como simbólica respecto de lo que ha sido históricamente, ese «límite» entre Oriente y Occidente, Turquía. No tengo dudas que será un hermoso crisol de culturas, perspectivas y propuestas; ya se puede vislumbrar con sólo chequear el programa. Coros de todo el mundo, tan distintos y maravillosos; temáticas diversísimas y necesarias; todo en una locación y contexto cultural tan relevante.

¿Qué te llevó a Copenhagen?
– Hace muchos años, me di cuenta que mi lugar para desarrollarme profesional y artísticamente estaba en otras latitudes, así que en 2022 decidí emprender este desafío de asentarme en otro lugar para proyectar mi carrera y continuar creciendo. En general el contexto actual de la cultura en Argentina es difícil, y en particular la composición. Mi profesión no es reconocida como tal lamentablemente. Carece de legitimidad y visibilización, incluso dentro del mismo entorno musical, lo cual hace que las posibilidades de realización sean limitadas o nulas. Apliqué a diversas universidades en Escandinavia y Reino Unido, recibiendo una respuesta positiva por parte de todas estas instituciones para realizar mis estudios superiores. Finalmente, la brújula de la vida apuntó a que Copenhague, Dinamarca era el lugar que me recibiría y abriría todas las puertas para continuar. Así que aquí estoy, disfrutando esta inmensa bendición, dando todo de mí y escribiendo hoy la mejor música que puedo.

Sergio Chalub

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